22 enero 2011

Pensando en verde: eliminando químicos de nuestras aguas.

Medidas caseras para minimizar la contaminación química del agua.
¿Os habéis parado a pensar alguna vez la cantidad de productos químicos nocivos que vertimos a nuestras aguas? Detergentes para los platos, para el lavavajillas, para la lavadora, para el suelo, para los muebles, para los cristales, para el baño, gel de ducha, jabón de manos, champús... Además de muchos otros que indirectamente acaban también en el agua (pinturas, cosméticos, cremas, etc.).
Y todo eso sólo en nuestras casas. Luego están los miles de millones de toneladas de químicos y metales pesados que industrias de todo tipo generan y acaban vertiendo a arroyos, lagos, ríos y mares.
Por muchas plantas de depuración, por mucho esfuerzo que se haga por recuperar el agua, depurarla, limpiarla para que luego llegue limpia a la naturaleza, ¿realmente todos los residuos se eliminan? Seguro que no. Así que una vez más se hace valer aquello de más vale prevenir que curar.
De modo que, ¿cuál es la solución? Pues intentar reducir todo lo posible los vertidos de productos nocivos tanto a gran escala como a pequeña (en nuestras casas, trabajos, etc).



La contaminación, aunque no siempre es tan visible, está ahí. En los mares y los ríos en los que nos bañamos, y en los que viven gran cantidad de los peces y mariscos que comemos.
El agua es vida, y la contaminación no se elimina tan fácilmente. Muchos productos nocivos perduran a lo largo de toda la cadena trófica, y lo que un día se fue por el desagüe, puede acabar por volver a nuestra mesa.


Así que en casa nos hemos puesto las pilas para aportar nuestro pequeño granito de arena en este sentido y hemos decidido minimizar, en la medida de lo posible, el uso de productos químicos nocivos. Así que hoy damos la bienvenida a nuestro nuevo "mistol ecológico", y como él, poco a poco irán llegando el resto de productos de limpieza: friegasuelos, detergente para la lavadora y para el WC, y otros como cremas y jabones.


Dos de los productos ecológicos (lavavajillas y
detergente multiusos)
que hemos empezado a comprar.

Como ya he comentado en alguna ocasión, no se trata de irse a vivir a una cueva, ni de ducharnos con jabón lagarto, pero sí de realizar un pequeño (realmente pequeño) esfuerzo para hacer que este mundo en que vivimos sea un poquito más habitable, y de paso, seguro, mejorar nuestra calidad de vida.

¿En qué consiste este esfuerzo?
Pues en buscarse un comercio especializado en productos ecológicos (cada vez hay más), y comprar allí este tipo de productos. Cada vez hay más tiendas de este tipo, y más variedad de productos. Ya no hay excusas. Geles, jabones, detergentes, de todos los tamaños, perfumados de mil maneras, para unas pieles o para otras.
Son un poco más caros, eso sí, pero tampoco muchísimo, y creo que es un precio que merece la pena pagar.
¿Sirve para algo?
Por supuesto!
Si todos hiciéramos lo mismo en nuestras casas y lugares de trabajo,
1º. Eliminaríamos de forma sensible la proporción de productos contaminantes en el medio ambiente.

2º. Daríamos ejemplo a aquellos que nos rodean, y a los que vengan detrás de nosotros. No olvidemos que la educación es vital en este sentido. Hace 30 años en este país no reciclaba nadie, y hoy, aunque aún queda mucho por hacer, la mayoría estamos acostumbrados a ello.

3º. Mejoraríamos nuestra calidad de vida y la de aquellos que nos rodean. No olvidemos que el uso de muchos de estos productos también puede llegar a ser perjudiciales para nuestra propia salud.

Si queréis adquirir alguno de estos productos y no sabéis donde, no tenéis más que buscar en internet las tiendas de productos ecológicos de vuestras ciudades. Hay más de las que parece, y con hacer un pequeño esfuerzo de vez en cuando podemos aportar nuestro granito de arena.

En entradas próximas haré un listado con tiendas de este estilo que podemos encontrar en Sevilla y otro sitios.

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