01 julio 2013

Árboles, arbustos, matas y otras hierbas I. El Aliso.


Estreno sección, esperando que esta sea la primera de muchas entradas acerca del patrimonio vegetal que nos rodea. Vuelvo a mis inicios, cuando apenas sabía nada del reino animal y menos aún de las aves, y lo poco que conocía del medio natural se circunscribía casi exclusivamente al ámbito forestal.

Aprovecho así la ocasión que me brinda vivir en un enclave tan privilegiado como lo es el Parque Natural de los Alcornocales, para ir dando a conocer y analizar someramente algunas de las especies vegetales más representativas, particulares o sorprendentes con que cuenta este espacio natural, aunque ocasionalmente pueda centrar mi atención en algunas otras especies y regiones.

Pretendo acerlo de manera lo más didáctica posible, apotando además de las características principales de su biología, aquellos datos y curiosidades merecedores de ser comentados.


Para el estreno de la sección he elegido una especie a la que le tengo especial aprecio. No sabría explicar muy bien los motivos, pero así es. El aliso.

-Aliso. Alnus glutinosa.-

Familia: Betulaceae (betuláceas). Algunas de las especies más representativas de esta familia en nuestras latitudes son los avellanos y los abedules.

Descripción: árbol de tamaño medio, de altura generalmente no superior a los 20 m. Tronco derecho con corteza resquebrajada de color pardo oscuro en ejemplares adultos, casi lisa y pardo-grisácea en jóvenes. Copa redondeada o irregular con ramas abiertas. Hojas de verde intenso, más o menos redondeadas y borde sinuoso y dentado, dispuestas de forma alterna.

Flores y frutos: especie monoica (flores unisexuales, con ambos sexos presentes sobre el mismo pie). Las masculinas en forma de espigas colgantes (amentos) de color rojizo. Las femeninas, amentos también de menor tamaño. Los frutos con aspecto de pequeñas piñas, son verdes cuando jóvenes, pardo oscuras o negras cuando han madurado.

Floración: de Febrero a Abril. Frutos maduros a finales del verano, principios del otoño.

Hábitat: zonas con humedad permanente (tolera bien los encharcamientos), como riberas, arroyos y torrentes. Desde el nivel del mar hasta los 1700 m., preferentemente en suelos silíceos.

Asociaciones: frecuentemente lo encontramos junto a fresnos, álamos o sauces en riberas, aunque no es infrecuente que forme alineaciones casi puras.

Distribución: Europa, Asia y NO de África. En la Península presenta un marcado carácter átlántico, encontrándose en todo el norte y la mitad occidental, y ausentándose en todo el litoral mediterráneo.  

Crecimiento y longevidad: especie de crecimiento rápido, que puede alcanzar hasta los 100 años.

Curiosidades: los alisos poseen en sus raices más superficiales una serie de nódulos o tumoraciones en las que se encuentra una bacteria, Frankia alni, capaz de fijar el nitrógeno atmosférico, lo que posibilita que esta especie pueda habitar en terrenos muy pobres.
La madera, de color claro, se torna de color rojizo al golpearla o cortarla. Esta característica le ha otorgado en algunas culturas nórdicas el valor de símbolo de la resurrección. Además, se descompone rápido en contacto con el aire, pero bajo el agua es muy duradera, por lo que antiguamente se empleaba en la construcción de palafitos (viviendas levantadas sobre masas de agua, como lagos o lagunas).
Popularmente, se le conocen múltiples usos medicinales. La corteza, poseedora de gran cantidad de taninos, se ha usado habitualmente como astringente, para inflamaciones de la boca y amígdalas. Las hojas recién cogidas y situadas dentro del calzado en contacto con la planta del pie, alivian el dolor de pies.
Además, la corteza se ha usado en el curtido de cueros y en la industria del tinte.

A continuación, os dejo algunas fotos de la especie.


 




 


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