05 noviembre 2011

TARIFA: de molinos, fotos y rarezas.

Como en aquella película, el viento del norte volvió a soplar, y como sus protagonistas, yo me vuelvo a mover con él y esta vez me traslado a Tarifa para emprender una nueva, y como siempre breve, experiencia laboral.

De Molinos.

Hasta finales de año seré el refuerzo en el parque eólico KWT contratado para seguir la migración de buitre leonado hacia África.
Durante estas fechas miles de jóvenes buitres se lanzan a la aventura africana, y como siempre, el mejor sitio para hacerlo es El Estrecho. Pero no es tan fácil como llegar y cruzar. Han de reunirse buenas condiciones de viento y visibilidad para que los buitres puedan cruzar con garantías, de modo que mientras cruzan y no cruzan se van acumulando en las pequeñas sierras aledañas a Tarifa. Se reúnen en grandes bandos y vuelan de unas a otras esperando que la oportunidad se presente, pero tal vez hay algo con lo que no contaban, y como Don Quijote, se encontraron decenas de gigantes dispuestos a derribarlos si se atreven a volar lo suficientemente bajo: los parques eólicos del estrecho.


Sierra del Cabrito. Parque eólico KWT.

Y ahí es donde entramos nosotros, los vigilantes ambientales. Los encargados de controlar sus movimientos diarios, y del resto de aves planeadoras susceptibles de sufrir algún percance con los aerogeneradores (palabra mucho más técnica pero mucho menos romántica que molino).
Registramos sus movimientos e intentamos minimizar el impacto de las máquinas, parándolas cuando se presentan situaciones con riesgo de colisión.

Como todos los trabajos tiene cosas buenas y cosas malas. Lo peor -al margen de la empresa para la que trabajes- para mi creo que son esos días tediosos en los que no pasa absolutamente nada, no vuela ni un bicho, y te pasas 10 horas aburrido con cara de idiota.
Tampoco es plato de buen gusto el día en que no todo sale como debiera y algún ave cae, y esto lamentablemente, es algo que no siempre se puede evitar. Como tampoco lo es el hecho en sí de trabajar bajo los molinos, con el ruido y el impacto visual que suponen.
También hay que tener en cuenta una obviedad. Si hay un parque eólico, es porque hay viento, y en El Estrecho el viento sopla casi siempre y suele hacerlo fuerte, más aún en lo alto de estas sierras, condiciones no especialmente agradables para trabajar.


KWT es uno de los primeros parques eólicos de España,
por lo que molinos con estas estructuras ya son difíciles de encontrar.

Pero como todo, esto es cuestión de ver el vaso medio vacío o medio lleno, y para empezar a llenarlo lo primero que me viene a la mente es África. Todos los días la tienes tan cerca y tan presente que parece mentira que nunca haya pisado aqual continente.
Por otra parte, si lo tuyo son las aves, en un trabajo en el que tienes que estar tantas horas al dia mirando por los prismáticos, acabas viendo cosas muy guapas seguro. Y si además te gusta la fotografía y te acabas de comprar un objetivo nuevo, siempre puedes rellenar esos ratos muertos con tu otra gran afición.

De Fotos.

Como decía, hay ocasiones en que nada se mueve, a veces ni siquiera los molinos, y entonces puedes sacar un ratillo para probar el nuevo objetivo, y si encima un colirrojo se presta pues mejor que mejor. Así que aqui os dejo la primera prueba seria del Sigma.







De Rarezas.

El otro gran aliciente de este trabajo es, como decía, la oportunidad de ver cosas muy guapas, ornitológicamente hablando. El Estrecho es uno de los pasos obligados para pasar de África a Europa y viceversa. Por ello, la cantidad de especies que aqui acaban recalando de ambos continentes es increíble, y la posibilidad de ver alguna rareza se multiplica, aunque eso sí, hay que estar muy atento.

Prueba de lo que digo es que en tan sólo dos días he tenido la oportunidad de ver un Aguilucho Papialbo Circus macrourus, y un Ratonero Moro Buteo rufinus. Algo que para algunos puede ser relativamente común, pero que para mi supone todo un acontecimiento.

Aguilucho Papialbo: esta especie cría habitualmente en las regiones del Este de Europa y Asia Central e inverna en África y Asia, por lo que si cogemos un mapa veremos que la Península no entra dentro de sus trayectorias habituales de migración. Sin embargo, ya lo dice el refrán, los caminos de las aves son inexcrutables (una pequeña adaptación), y a veces los pájaros no crían donde debieran, ni migran por las rutas que les suponemos habituales. De modo que parece ser que en la provincia de Cádiz ya se han visto por estas fechas dos o tres ejemplares de esta especie, haciendo un alto en el camino antes de sar el salto al continente africano.


Ratonero Moro: este si que puede considerarse un habitual de la provincia gaditana, ya que entre otros lugares, cría en el Norte de África, y por cuestiones de cercanía se deja ver de cuando en cuando por estos lares. A pesar de todo, sigue siendo un gran avistamiento para mi, más aún teniendo en cuenta que estaba sólo, y que pude fotografiarlo, al menos lo suficiente como para reconocerlo.
Se trata de un juvenil de Ratonero Moro "de libro". Si embargo, las variaciones individuales y las similitudes entre los juveniles de esta especie y los de el Ratonero de Estepa Buteo buteo vulpinus *, pueden llegar a hacer prácticamente imposible la identificación con un 100% de seguridad, pues al parecer no existen unos patrones morfológicos lo sifucientemente establecidos como para tener certeza absoluta.

No obstante, algunas personas a las que he consultado parecen estar de acuerdo en que, si bien no se puede tener la certeza absoluta, se trataría de un juvenil de Buteo rufinus al 90%.

[*El Ratonero de Estepa es una subespecie del Ratonero Común que habita en el Este de Europa y Asia, aunque algunos individuos pueden llegar a verse por nuestras latitudes]

La foto que os muestro es la mejor que pude tomar. Está algo ampliada y contrastada para que se aprecien mejor los detalles.

Juvenil de Ratonero Moro fotografiado en El Estrecho.

1 comentario:

javi dijo...

Ehhh, muy guapas las fotos del bicho nuevo!!!