15 julio 2012

La carraca, esa gran desconocida.

Carraca ave del año 2012.

Desde que la SEO publicara que el ave del año elegida para este idem iba a ser la carraca, esta especie se ha convertido en protagonista de muchos artículos divulgativos, fotos y noticias. En las webs de fotografía que sigo nunca había visto tantas fotos de carracas. Mi madre ya sabe lo que es una carraca. Hasta yahoo noticias -fuente incomparable de sabiduría, como os podréis imaginar- se hizo eco de un artículo publicado por la gente de la EEZA (CSIC) sobre las carracas.

Ahora bien... ¿QUÉ SABEMOS DE LAS CARRACAS?. Yo por mi parte, hasta el año pasado, antes de tener la oportunidad de trabajar con ellas toda una primavera, sabía que eran pájaros azules muy bonitos que vienen a criar por estas tierras. Y ya está. Y como sé que algunos de vosotros, queridos lectores/ojeadores de fotos, puede que os encontréis en esta misma situación, me dispongo a compartir todo mi conocimiento adquirido sobre esta especie en los últimos tiempos, que tampoco os creáis que es mucho, dicho sea de paso.

Lo primero es lo primero, y si estás leyendo esto y no has visto una carraca en tu vida, una imagen vale más que mil palabras.

Adulto de carraca anillado, fotografiado en la zona de Guadix (Granada) la primavera de 2011.

Una vez superado este punto, profundicemos pues un poco más en la biología de esta especie tan fascinante. Se trata de un ave (hasta aquí lo teníamos claro) de tamaño mediano -en torno a los 30 cm. de longitud y el medio metro de envergadura- del orden coraciforme. Este orden incluye un nutrido grupo de especies generalmente muy coloridas y de tamaño medio-grande. Algunas muy cercanas a nosotros como las abubillas, los martines pescadores y los abejarucos, o los más lejanos cálaos.
De las carracas, familia Coraciidae (corácidos para los amigos), la Coracias garrulus es la única especie que podemos observar en nuestro continente, existiendo 12 especies más, distribuidas por climas más cálidos.

El nombre de la especie le viene en nuestro país por su característica voz, presentando un "reclamo ruidoso, sonoro y traqueteante" (1), parecido al sonido producido por la carraca (intrumento musical) y que da nombre a este ave.

Estamos ante una especie migradora transahariana, que localiza sus cuarteles de invernada más importantes al sur del gran continente africano. Durante esta época la especie suele ser solitaria, aunque no es raro que se produzcan asociaciones con otras especies de carracas e incluso con pequeños halcones para cazar insectos.
Al llegar la primavera pone rumbo a Europa, viaje durante el cual sí es más frecuente observar pequeños grupos que se asocian para migrar, interaccionando incluso con abejarucos, y llegando los primeros individuos a la Península a principios de Abril.
Ya en nuestras tierras se distribuye de forma dispersa, sobretodo por el sur peninsular (Extremadura y Andalucía principalmente), aunque también por algunas zonas de ambas mesetas, Navarra y la franja mediterránea. Cría asimismo en las zonas interiores del centro-sur portugués.

Áreas de invernada (azul) y cría (amarillo) a nivel mundial. Fuente: http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Coracias_garrulus_distr.png?uselang=es
Una vez en las regiones de reproducción ocupa áreas abiertas, secas, a poca altitud y con arbolado disperso, generalmente de clima continentalizado y veranos calurosos. Además suele encontrarse en las proximidades de cursos fluviales.
Nidifica, por lo general, en huecos en los árboles, aunque también puede encontarse en construcciones humanas y en taludes. Aquí abría que añadir además las cajas nido de fabricación humanoide, a las que parece que se ha adaptado a la perfección, a la vista de los resultados de la ocupación de los nidales artificiales instalados en el contexto de diferentes proyectos de investigación en zonas como Extremadura o Granada.


Estos son, grosso modo, algunos de los rasgos más característicos de la biología de estas aves. Vamos ahora a ver algunos aspectos que a mi juicio pueden resultar muy interesantes.

Y a propósito de ver, ¿quien ha visto o suele ver carracas de forma habitual?. Pues lamentablemente no son muchos los privilegiados, pues se trata de una especie escasa, catalogada por la UICN como "Casi amenazada" y con su población con tendencia al decreciemiento, y en España como "Vulnerable" y con la misma dinámica poblacional. Las estimaciones en cuanto a efectivos efectuadas hasta la fecha han de interpretarse con cautela ya que, tanto a nivel nacional como continental, son muy pocos los estudios efectuados al respecto. Así pues, en 2003 Folch Albareda y Avilés estimaron un mínimo nacional ligeramente superior a las 2000 parejas.



Frecuencia de aparición en el territorio peninsular. Fuente: http://www.vertebradosibericos.org/aves/corgar.html. Avilés, J. M. (2006). Carraca europea– Coracias garrulus. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Carrascal, L. M., Salvador, A. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales


Por otro lado, y esto es una reflexión personal, durante el trabajo de campo del año pasado tuve la oportunidad de comprobar como a pesar de ser un animal de colores muy vistosos y no muy pequeño, pasa bastante desapercibido ante la comunidad rural. Agricultores, cazadores o pastores, generalmente al tanto de la presencia de las especies que les rodean (así lo demostraron con el resto de especies que se estudian en Guadix, tales como mochuelos, autillos, estorninos, grajillas o urracas), desconocían por completo la existencia de las carracas.
Parte de la explicación de esto la encontramos (sólo en parte), en que si bien se trata de una especie muy llamativa y "escandalosa" durante el cortejo, una vez emparejada se convierte en un ave discreta y muy silenciosa, visible sólo para aquel que vaya atento a su presencia.
Sin embargo, si alguna vez tenéis la suerte de poder ver el vuelo de cortejo de la carraca, estaréis ante un momento espectacular. Los machos cojen altura durante el vuelo para dejarse caer en vertical con las alas abiertas, mostrando todo su colorido,  y van perdiendo altura como si de la hoja de un árbol recién desprendida se tratase.

Como hemos repetido en varias ocasiones, llama la atención su colorido plumaje. Bien, pues si ya a simple vista es bonita, imagínense ustedes en mano. La conclusión que saqué tras hacer las fotografías que os muestro a continuación es que en realidad sólo en la naturaleza se pueden ver colores tan vivos y tan intensos como los de estas aves, cuyas tonalidades de azules, verdes, turquesas y el contraste con el marrón del dorso son sencillamente espectaculares.

Detalle de la parte externa del ala de una carraca adulta.

Detalle de la parte interna del ala de una carraca adulta.

Detalle del obispillo de una carraca adulta.


Por otro lado, otro aspecto muy interesante y sorprendente de las carracas, es su caracter (muy) agresivo:

"Durante la selección de sus territorios de cría es frecuente observar contiendas con otras especies (ver apartdado anterior). Los dos miembros de la pareja suelen aparecer juntos en sus territorios en las proximidades del nido que raramente abandonan por completo. Suelen mostrarse muy agresivas y normalmente expulsan a los intrusos de sus territorios (...). En alguna ocasión se ha observado que (...) esta especie podría depredar nidos de otras especies como mecanismo de defensa de sus territorios. Se ha constatado que la agresividad de las carracas aumenta con el valor reproductivo de su crianza (Parejo, datos sin publicar)".(1)

Y es que, efectivamente, y esto el algo que he comprobado personalmente, en algunas cajas nido previamente ocupadas por estorninos, la aparición de toda una puesta o incluso una pollada depredada, o mejor dicho, exterminada, ya que no existían fines alimentarios, es algo común coincidiendo con la llegada de una pareja de carracas a ese territorio, ocupando posteriormente ellas esa misma caja, o algún nidal aledaño.

También podremos constatar este hecho al manipular algún adulto de carraca en la mano, bien para su anillamiento o la toma de datos biométricos, pues no será nada dócil y si no andamos con cuidado, con toda seguridad nos llevaremos un buen picotazo. Las carracas poseen unos picos muy fuertes y potentes, ya que lo necesitan para la captura de artrópodos de tamaño medio-grande como miriápodos, arañas o alacranes, de los que se alimentan.

Por último, y como guinda a este artículo, no podía dejar de comentar quizás uno de los aspectos más curiosos de esta especie. Obviamente, casi ninguno de vosotros ha manipulado alguna vez un pollo de carraca, pero si lo hubiera hecho, dos cosas le habrían llamado poderosamente la atención.
En primer lugar, lo feos que son, aunque esto en realidad no es novedad, pues es algo muy común en los pollos de muchas aves.
Sin embargo, lo que no es común es que al coger el pollo con la mano, este automáticamente empiece a vomitar un líquido de color naranja bastante asqueroso. No falla.
Pues bien, recientemente la gente de la EEZA (Estación Experimental de Zonas Áridas) que trabaja desde hace años con las carracas en Extremadura y Guadix, o lo que es lo mismo, la gente para la que trabajé la primavera pasada, ha publicado un artículo muy interesante explicando este extraño comportamiento. Los pollos reaccionan ante una amenaza mediante la producción de señales químicas (vómitos). Así, al impregnarse de este líquido pierden el atractivo como alimento, pero además hacen que los progenitores perciban el olor (lo que se conoce como el olor del miedo), de modo que al regresar los padres al nido notarán si el nido ha sufrido un intento de depredación. Así, se ha llegado a comprobar como en nidos en los que los pollos han vomitado, disminuye la tasa de aprovisionamiento con respecto a otros en los que no. (2)

 
Pollos de carraca empezando a emplumarse, sacados del nido para la toma de medidas biométricas.

Se podrían decir muchas más cosas y mejor, pero espero haber arrojado un poco de luz sobre esta especie no muy conocida, y que por desgracia está viendo como su población va a menos, como muchas otras, por la pérdida del hábitat y los nuevos usos agrícolas mucho más agresivos con el medio ambiente.
Si alguien de las carracas (tal vez Juan), o cualquier otro lee esto, y considera que hay algo incorrecto, que no dude en corregirme.



(1) Avilés, J. M. (2006). Carraca europea– Coracias garrulus. En: Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles. Carrascal, L. M., Salvador, A. (Eds.). Museo Nacional de Ciencias Naturales. http://www.vertebradosibericos.org/aves/corgar.html

(2) Rollers smell the fear of nestlings. D. Parejo, L. Amo, J. Rodriguez, J. Avilés. Biology letters. http://rsbl.royalsocietypublishing.org/content/8/4/502.abstract?sid=39c70e71-aab0-485c-a58e-6bfd44859675



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